07 enero 2014

FORMAS INÉDITAS DE ADMINISTRAR NUEVO LEÓN

Es curioso que en meses recientes, una buena cantidad de medianas empresas de Nuevo León hayan adoptado la holocracia como nueva organización interna. Conocí este modelo de negocio de última generación en el libro “Delivering Happiness” de Tony Hsieh, creador de la celebre Zappos.com. Se trata de alcanzar rentabilidad sin apegarse a las clásicas líneas de mando departamentales, para en vez de eso formar fractales, es decir, unidades autónomas que no sean reprimidas por el ego de un jefe superior. La conversión a tan innovador esquema no es fácil y demanda un salto de enfoque muy radical, por lo que difícilmente podría considerarse una moda efímera o baladí.

Para quien intente experimentar las ventajas de la holocracia tendrá primero que modificar algunas pautas mentales y de estructura piramidal bien enquistadas en el cerebro del emprendedor nuevoleonés común. Y es que la holocracia evapora los principios tradicionales de autoridad y distribuye la toma de decisiones en equipos auto-organizados, a partir del consentimiento deliberado y la abolición del control y la disciplina impuesta por la típica figura de rango superior. La estructura termina por aplanase y, lo que es mejor, se transparenta. 

Se entiende que no todas las empresas estén dispuestas a experimentar la adopción de una tecnología que aún no recibe la aceptación unánime en las escuelas de negocios ni concita consensos entre los especialistas del tema. Pero espero que este 2014 esta organización en círculos, basada en roles conectados por enlaces que aseguran su alineación con las metas de la organización, pueda dar el salto benéfico al ámbito gubernamental.

En efecto, sería muy sano para la gobernanza de los nuevoleoneses que la toma de decisiones públicas ya no se asuman como el capricho unilateral de un gobernante ególatra, montado en la punta de una pirámide desprestigiada, mandando sólo en razón de su ignorancia y sus limitaciones congénitas a una masa inerme de subordinados incondicionales, burócratas mal asalariados, con su emprendimiento personal dormido o aletargado.

En vez de este panorama jerárquico desolador, tendríamos la promoción de liderazgos individuales, que cumplan libremente, por voluntad propia, los preceptos de la Constitución global de la holocracia, un documento con licencia Creative Commons, que muchos emprendedores de Nuevo León suscribimos el pasado 2013, y al que aportamos nuestros puntos de vista. Desde luego, el camino será largo, pero vale la pena recorrerlo, comenzando por la implantación de la holocracia en ayuntamientos abiertos a procesos de calidad como San Pedro. 

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