Un duende digital me ha regalado la versión en pdf de una parte de mi libro "El erotismo en Alfonso Reyes", publicado hace cientos de años por la UANL y descatalogado desde hace décadas. Topé casualmente con la liga en la web y la subo sin más a este blog. Con un poco de paciencia y lentes de buena graduación el texto puede ser leído o, en su caso, descifrado. Quedo pues a expensas de la pericia visual del curioso lector.
Con suerte, en otro rinconcito de Internet debe yacer un conmovedor escrito del inolvidable Alfredo Gracia Vicente (QEPD), alusivo a la presentación de este librito y publicado en el periódico El Porvenir. En él, don Alfredo me extiende un simpático regaño por cierto comentario no ofensivo pero sí poco gentil hacia Reyes, con el que cierro el prólogo de la obra. Fueron devaneos que no volveré a cometer, entre otras razones, porque no volveré a ser joven y (con el favor de Dios), tampoco tan pendejo.
Con suerte, en otro rinconcito de Internet debe yacer un conmovedor escrito del inolvidable Alfredo Gracia Vicente (QEPD), alusivo a la presentación de este librito y publicado en el periódico El Porvenir. En él, don Alfredo me extiende un simpático regaño por cierto comentario no ofensivo pero sí poco gentil hacia Reyes, con el que cierro el prólogo de la obra. Fueron devaneos que no volveré a cometer, entre otras razones, porque no volveré a ser joven y (con el favor de Dios), tampoco tan pendejo.
La caricatura de Reyes que ilustra este post fue creación de Carlos Fuentes, gran dibujante al carbón, además del notable polígrafo que fue.
Posdata: Mencionar a tanto difunto en tan breve post, me hace sentir un sobreviviente del naufragio colectivo que es la vida. Pero se mueren los grandes y quedamos los pequeños, de manera que usted compartirá mis gustos de que, para tales efectos, prefiero las dimensiones breves.
Posdata: Mencionar a tanto difunto en tan breve post, me hace sentir un sobreviviente del naufragio colectivo que es la vida. Pero se mueren los grandes y quedamos los pequeños, de manera que usted compartirá mis gustos de que, para tales efectos, prefiero las dimensiones breves.
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