21 junio 2012

¿CONSPIRACIÓN DE GOOGLE EN MÉXICO?



El grupo #YoSoy132 organizó un debate presidencial transmitido en vivo por YouTube Live en condiciones deplorables. Al menos esa es la opinión de muchos usuarios frustrados no por la ausencia de Peña Nieto sino por las curiosas fallas técnicas que padecieron: frecuente offline, señal interrumpida, saltos súbitos, desfase entre imagen y audio. Las redes sociales esparcen la versión de que tanto error de transmisión fue deliberado y que presenciamos un capítulo más de la conspiración de los poderes fácticos y el gobierno federal en contra de #YoSoy132.

Google México, propietario de Youtube desde 2006, tuvo que aclarar que no es un medio de comunicación: es una plataforma con herramientas como Youtube para administrar flujos de información y hacerlos disponibles a los usuarios. Pero el dichoso argumento de “no nos hacemos responsables” fue tan endeble que ha provocado el parto de un trending topic mexicano sobre la supuesta tendencia de Google a autocensurarse en complicidad con gobiernos represores de los cinco continentes. 

Dicen que no es la primera vez: en 2006 cooperó con el gobierno chino para censurar contenidos de sus propios sitios web. Europa investiga desde 2010 si Street View (otra herramienta de Google) espía a sus usuarios. Incluso hay rumores sobre su apoyo a Halal, el represor Internet iraní y a la Communications Data Bill, ley con la que el gobierno británico podrá espiar todos los mail, clic, o status de Facebook. No en balde, este motor de búsqueda fue designado por la American Freedom Union “Vergüenza Empresarial”.

¿Ahora le toca a México? Falso. El caso pudiera ser similar al epitafio de la tumba del hipocondríaco: “se los dije”; sin embargo la realidad es menos truculenta que cualquier teoría conspirativa. Por un lado, los estudiantes se negaron a que el evento fuera transmitido por televisoras como TV UNAM o Canal 22. Por otro lado, Youtube Live les hizo el favor, no fue contratado; fue un servicio pro bono, es decir, voluntario, sin ánimo de lucro y para el bien público. Y lo más importante es que si no transmitió bien el debate presidencial simplemente fue porque no pudo. Punto.

Cuando Youtube inauguró su propio canal de televisión en vivo por Internet, pocos advirtieron que se trataba de una plataforma beta, en fase experimental. El juguete costó más de cien millones de dólares pero se lanzó con bemoles y áreas de oportunidad (como ahora le dicen a los defectos de fábrica). Es cierto que 24 dictaduras y cleptocracias han bloqueado por motivos de censura a Youtube, aún después de la primavera árabe, como Rusia, Pakistán, Tailandia y Turquía, propiciando su deriva hacia la vigilancia política, deep packet inspection y control férreo, pero en otros casos el bloqueo tiene simples razones técnicas: el ancho de banda y la conectividad no dan para tanto.

Sin duda, el defecto principal de esta televisora online es de congestionamiento en la conexión: ninguno de sus canales en vivo recibe más de tres mil accesos simultáneos. Basta abrir cualquiera de sus visores del front de su portal (donde aparecen los view) para comprobarlo. Si el debate que organizó #YoSoy132 suscitó más de cien mil accesos simultáneos, pasó lo que tenía que pasar: Youtube Live se  salió del patrón de uso y colapsó. Se puede rebatir que muchos videos del mismo sitio web contabilizan millones de entradas. Por supuesto: pero no son simultáneas para videos en vivo, sino para videos archivados por días, semanas o años. Es verdad que muchos usuarios replicaron la transmisión del debate por otras plataformas, pero la única fuente fue Youtube Live. O sea, no había para donde hacerse.

El problema de fondo no es la falsa conspiración de Google, sino la nula iniciativa de montar canales de televisión por Internet. El de mayor audiencia, TwitTV, opera desde 2005 y dos años después comenzó sus transmisiones en directo desde Petaluma, California. Recientemente fue invitada a transmitir en directo la cumbre del G-20, en Los Cabos. Su dueño, Leo Laporte, concibió una versión mexicana de TwitTV y se topó con pared: el ancho de banda en México apenas promedia 2 megas, cuando en EUA asciende a 100 megas. Así ni cómo. Pero el mayor obstáculo son las resistencias cognitivas de los mexicanos. Cuando en Monterrey un grupo de emprendedores quisimos crear un canal de Televisión por Internet hace un par de años, fuimos criticados por varios medios y uno que otro despistado que aún campa a sus anchas en la realidad paralela de su ignorancia. Desde entonces el silencio. ¿Quién salió ganando?

El gobierno censor de Felipe Calderón no está detrás de cada traba tecnológica de Youtube; ni tampoco enfrente de ninguna solución. Ya entenderán los estudiantes de #YoSoy132 que la libertad de Internet peligra en México, no por supuestos boicots a la transmisión de un debate sino por el entramado de plataformas de pago que pronto nos impondrán ciertos medios norteados, y con la proliferación de aplicaciones cerradas como las de Apple y tendencia a la centralización, empeñadas en reescribir nuestras libertades fundamentales.  Frente a estos lastres liberticidas, una fuerza innovadora, gratuita y colaborativa forma parte intrínseca del ADN de la Red.

¿Caída intencional del sistema de Youtube Live? Lo siento pero no fue conspiración; fue constipación. 

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