25 abril 2010

Salud por Obama



Newt Gingrich, ex presidente de la Cámara de Representantes durante la presidencia de Bill Clinton, es un republicano simpático -- tanto como puede serlo un conservador nada compasivo. Pero su talante intelectual le disfraza las entrañas de Old Party. En el fondo, quizá vea con simpatía la victoria de la reforma sanitaria que obtuvo Obama y Nancy Pelosi. Pero no puede serle infiel a su público, por lo que ha dicho a los medios de comunicacion que esta votación es el fin del partido demócrata, como lo fue en tiempos de Johnson, cuando éste aprobó las leyes en favor de los derechos civiles.

En algo acertó Gingrich: es el fin de la travesía por el desierto del partido demócrata. Los liberales vuelven por sus viejos fueros. Y también dio en el clavo cuando aludió a Johnson: de alguna manera se cierra un periplo que empieza cuando aquel presidente aprobó la legislación en favor del derecho a la salud, hasta que Obama puso punto final al tema. No lo lograron Carter ni Clinton. Cuando éste  pretendió hacerlo se le opuso el obeso Newt Gingrich.   

Lo de Obama es la victoria del sentido común, la crónica de un triunfo anunciado. Que estaba condenado a ganar, que fue la cristalización del verbo poetico de Obama (tan lastrado en la víspera por la prosa de la realidad y el lobbing republicano). Que fue el levantar el guante al reto del Tea Party. Eso y nada más. Eso y nada menos.

Días antes de la historica votación, el Presidente expresó ante los demócratas de la Cámara de Representantes: "Llega un momento de oportunidad para justificar todas las esperanzas que teníamos sobre nosotros y sobre nuestro país; de cumplir las promesas que hicimos... Y éste es el momento de hacer realidad esa promesa. No estamos obligados a ganar, pero sí a ser sinceros. No estamos obligados a triunfar, pero sí a hacer que la luz que tengamos, por poca que sea, brille".

De la igualdad racial a la igualdad en el derecho a la salud. El avance no ha sido corto. "Hoy, la libertad murió un poco", fue la sentencia de los republicanos. "La libertad resucita hoy": es la oda withmaniana de los demócratas que ha imperado en votación y en dignidad histórica. La reforma sanitaria se ha vuelto ley. La ley se ha vuelto garantía de la libertad. Ganó Obama. Ganó Pelosi. Ganó Johnson. Ganó el estadounidense medio. Ganamos todos. 

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