20 noviembre 2014

JOSÉ REVUELTAS EN LAS ACTUALES REVUELTAS

José Revueltas nació hoy hace 100 años. No fue un comunista convencional. Fue un pensador problemático para su propio partido, controvertido hasta la médula, apegado a su conciencia crítica hasta ser marginado por el “club del poder” como él mismo lo definió. Lo expulsaron dos veces del PCM. Sin embargo, pocos intelectuales en México han tenido el corazón latiendo tan a la izquierda. Y pocos tan universales. O globales, como se dice ahora.   

Al mismo tiempo, de existir una esencia de la mexicanidad, José Revueltas la encarnaría sin parangón. Fue fiestero, entregado al pueblo, desobligado para las cosas materiales, exageradamente imaginativo, autodidacta, cantinero, tequilero, enamorado, viejero, hijo desobediente, ahijado de la muerte, pesimista, solidario, desmadroso y víctima de pesadillas recurrentes. Para rematar, no se andaba con rodeos, sólo cuando escribía sobre la dialéctica de Hegel.

Comencé a husmear sus novelas medio escéptico: le encantaba narrar usando muchos adjetivos (este artículo es un homenaje a esa manía suya), así que leí “Los errores”, con la sospecha de incurrir en un error. A las pocas páginas, cuando el monstruo enano (“Elena”) ya había salido y regresado a su veliz en el hotel de paso, la fantasía salvajemente real de Revueltas me había tomado por los hombros para plantarme varias horas en el sillón. El cabrón sabía contar, valiéndose de todos los trucos y recursos del narrador de casta.

Luego hice un juego de relectura: le quité los adjetivos a los primeros capítulos de su novela. Salpiqué de tachones páginas enteras del libro. Fue un ejercicio inútil. Revueltas se las ingenia para que cada adjetivo aparentemente superfluo defina una peculiaridad de sus personajes, y al mismo tiempo, los envuelva en una nube de misterio cada vez más densa. Son adjetivos que revelan y ocultan a un tiempo.

A veces, su poderosa imaginación se le desborda. Pero nadie como él para insuflar vida a un personaje. A la mayoría los convirtió con la magia de la gran literatura en seres humanos, sin maniqueísmos, llenos de matices, de complejos, traumas y ternura que les aflora aún a los más malditos. Revueltas es mejor narrador y más entretenido que los best sellers para viajeros que se venden en las librerías de los aeropuertos.

¿Qué diría de lo que hoy vivimos en México? En uno de sus ensayos define a nuestro país como una democracia bárbara. “La esencia del poder real que domina en la sociedad mexicana es el odio y el miedo a la juventud” y la crítica universitaria es “la única forma de sacudir a México desde sus raíces”. Revueltas demuestra con su ejemplo singular que en México hay de radicales a radicales. 

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