Haré una confesión personal: tengo un pequeño bar a donde
acuden cada noche a cenar y bailar gentes de diversa procedencia. Por ahí se
han asomado primeras actrices y periodistas, novelistas y poetas, políticos y
artistas plásticos. Pero el pasado sábado apareció la mujer más encantadora que
ha pisado ese bar, decidida a dar algunos pasos de salsa, al ritmo de la
orquesta. Se llama Maysoon Zayid, es de origen palestino, comediante,
escritora, compañera de reparto de Adam Sandler en un par de películas y amiga
personal de Muhammed Alí. Por cierto, Maysoon Zayid tiene parálisis cerebral.
Mi generación admiró en la adolescencia a rockeros famosos,
estrellas de cine y personajes de comic. Pero para mí, por encima de cualquier
superhéroe, no existía nadie más fuerte que Muhammed Alí. Lo seguí en todas sus
peleas, le celebré cada una de sus bravuconadas y me entristecí cuando la
enfermedad de Parkinson le minó su salud que hasta entonces parecía de hierro.
Sólo con saber que Zayid ha convivido a fondo con mi ídolo me hubiera gustado
conocerla.
Pero Maysoon es alguien con más méritos que su relación con
el más grande boxeador de todos los tiempos. El médico que la trajo al mundo
estaba borracho y le provocó sin querer una asfixia al momento de nacer. Fue un
accidente que la marcó de por vida. Aunque sólo hasta cierto punto. Bromeando,
Maysoon dice que su parálisis cerebral es apenas uno de los 99 problemas que la
aquejan: “por ejemplo, soy palestina, soy musulmana, soy mujer y vivo en New
Jersey”.
Cuando era niña, sus padres no solían hacer distingos entre
Maysoon y sus tres hermanos mayores a la hora de asear su casa, ir a la escuela
o ser regañada cuando no ganaba el primer lugar de su clase. Su padre la enseñó
a caminar a los cinco años, posando los talones de la niña en sus pies y con un
método que según ella resultó infalible: “colgaba un dólar frente de mí para
que lo persiguiera, con lo que me afloraba la vocación de stripper que llevo
dentro”. Lugo, como no podía pagar la terapia de su hija, la matriculó en clases
de danza. Quizá fueron esos mismos pasos los que desplegó el pasado sábado en
el bar, al rito de “Un montón de estrellas” y “Qué manera de quererte”.
No fue fácil para Maysoon cumplir su sueño de ser actriz,
por más que aspiraba a participar en los escenarios. Hasta que decidió probarse
en una obra teatral sobre una chica con parálisis cerebral. Cuenta que ha sido
la única vez que gritó jubilosa: “¡tengo parálisis cerebral!”. Y es que se
trataba de un papel para el que literalmente había nacido. Sin embargo, se lo
dieron a otra actriz sana, con el pretexto de que Maysoon no podría hacer las
escenas de riesgo. Ella respondió furiosa: “Si yo no puedo hacer las escenas de
riesgo, tampoco puede el personaje”. ¿Conclusión? “Hollywood tiene una sórdida
historia de audicionar actores sin discapacidad para papeles de
discapacitados”. Así que decidió hacerse comediante.
Se volvió célebre en los escenarios de Broadway y del
Cercano Oriente. Es colaboradora semanal del exitoso programa de noticias de
Keith Olbermann en MSNBC. Como resultado de su presencia en TV, ha sido blanco
de bullying en las redes sociales donde la han acribillado con preguntas tan
sutiles como “¿eres retrasada mental?”, “¿tiemblas de nervios?” “¿te gusta ser
una payasa terrorista?” y la que para ella es su favorita: “¿por qué no pones
en tu currículum que eres guionista, comediante y paralítica?”. Ella se toma todo
esto con humor, a grado tal que hace diez años, fundó en Nueva York el Festival
de la Comedia Anglo-Árabe. Dice que convencer a los norteamericanos de que no
todos los palestinos son terroristas ha sido mucho más difícil para ella que
luchar contra el estigma de la discapacidad. Por eso fundó una organización
benéfica para ayudar a los niños refugiados de Palestina, que ha recibido
donativos de lo más diversos países.
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