15 octubre 2014

IGUALA Y TÚNEZ: CASOS PARALELOS

En la revuelta popular de Túnez de 2010, Internet fue el medio de comunicación de masas ideal por el flujo de información que circuló globalmente. ¿Pasará lo mismo con la revuelta de los normalistas en Iguala, tras la desaparición de 43 jóvenes normalistas?

En Túnez se desató un movimiento juvenil en contra de la maquinaria de propaganda del gobierno tunecino que se mantuvo intacta por más de 23 años. ¿Qué sucederá en México si no se halla a los culpables del asesinato de estos jóvenes de Guerrero, a pesar de los intentos de silencio de la propaganda oficial?

En Túnez, el detonador del estallido social fue la inmolación de un joven de 23 años, Mohammed Bouazizi, cuyo sacrificio mortal por no encontrar trabajo levantó una ola de indignación social que se expresó por medios alternos en contra de su corrupto gobierno. ¿Y qué pasará en México si los 43 normalistas se suman a la lista oficial de más de 13 mil desaparecidos por culpa del narcotráfico coludido con las autoridades públicas?

La juventud tunecina se movilizó para denunciar los gastos onerosos de la esposa del mandatario y su familia, los Trabelsi. Los estudiantes rebeldes reaccionaron a la represión de la Guardia Nacional y la Policía de Ben Alí en tiempo real, con la tecnología que más tenían a mano: Internet, mediante sitios como Global Voice, a donde recurrieron medios ciudadanos de 150 naciones para intercambiar noticias y opiniones. ¿Y en México qué pasará si crece la ira social y se desborda en la opinión pública de otros países, como ya está ocurriendo, por los muchachos desaparecidos de Ayotzinapa?

Los hackers que integran Anonymus respondieron en Túnez atentando contra las webs de la presidencia, el gobierno y las principales instituciones públicas. ¿Y en México qué pasará si continúan los ataques ciudadanos nada virtuales sino directamente a dependencias públicas como el pasado lunes, cuando asaltaron y quemaron el Palacio de Gobierno de Guerrero?

Túnez es un país de 10 millones de habitantes, con más de medio millón en desempleo, a pesar de haber registrado la mayor renta per cápita del Magreb. Todos los medios masivos se sometieron al gobierno represor, menos Al JazeeraTV. ¿Y en México qué pasará si cierta prensa vendida solapa a los culpables?

Tanto en Túnez como en México, la muchedumbre comienza por articular mecanismos de autoorganización y su frustración se convierte en protesta sistemática en contra de los abusos de la autoridad o el crimen organizado que sustituye a la autoridad. A partir de ese instante catártico muchos ciudadanos agraviados hacen conciencia de su malestar. El sistema abusivo de represión y barbarie comienza a desmoronarse: en Túnez el ejército acabó por darle la espalda al dictador, igual que el poderoso sindicato Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT). ¿Qué pasará en México si la indignación social escala a los mismos niveles de hartazgo?


Mientras que la oposición política de Túnez desaprovechó la oportunidad de sumarse sinceramente a las protestas civiles, los ciudadanos experimentaron cómo el poder institucional más férreo y petrificado se disolvía cuando sus entresijos eran exhibidos a la luz pública. ¿Qué pasará en México si se repite la historia de aquel país? Y es que, como canta George Harrison en All Thing Must Pass: “A cloudburst doesn´t last all day”.

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