Felipe Enriquez y Margarita
Arellanes, candidatos a alcaldes por Monterrey, se enfrentaron en un debate promovido por el periódico El Norte.
Hoy amaneció la ciudad tapizada con publicidad de Margarita diciendo que según
encuestas suyas, la gente le dio el triunfo. ¿De donde salió esa encuesta de cuatro
a uno que le dio el gane a Margarita? En los pendones puso el resultado junto
con el logo del medio que organizó el debate: ¿quiere darnos a entender que la
encuesta la pagó ese medio?
Si el debate terminó bien entrada la tarde: ¿a qué horas levantaron tal encuesta? ¿A las 11 de la noche? ¿En la madrugada?
¿Llamaron por teléfono a las casas? ¿Tocaron los encuestadores en el domicilio
mío o de usted? ¿Fue tan difundido el debate que se pudo hacer al instante una
muestra al público en general? Probablemente esta encuesta la hizo Margarita sólo
en su comité de campaña, no hay de otra, por lo que ese 25 por ciento en contra
suya, si fue entre sus mismos seguidores, debería poner a pensar a Margarita.
Esta rara encuesta confirma que
una gran cantidad de casas encuestadoras nos dan gato por liebre. Ciertos
sondeos, que deberían ser veraces, han perdido su sentido original, o su razón
de ser, y ahora se han convertido en un instrumento más de marketing, de
promoción personal, y no de conocimiento científico de las tendencias
electorales.
A los regiomontanos nos importan
los debates, pero para oir propuestas, no para que, al margen de lo que
pensamos, alguien nos diga quien ganó y quien perdió. Eso debe quedar a
criterio de cada quien. ¿O a poco a usted le gusta que le impongan quien ganó
en una discusión? Además, hay otros asuntos que nos importan más que un debate:
principalmente la inseguridad y la complicidad con el crimen organizado de
muchas autoridades públicas de Monterrey. Si en vez de protegernos, la policía
se alía con criminales, la vida de nuestras familias está en riesgo. En
Monterrey, la corrupción mata.
Margarita propone crear la nueva
policía con un militar al mando. Ya tenemos militares al frente de la policía
desde hace años, y la diferencia no se ve. Además, los alcaldes duran tres
años. En tres años, es imposible levantar una nueva corporación. Recordemos
Fuerza Civil, un proyecto bueno en el fondo del gobierno del Estado, pero que
no ha resuelto la situación a corto plazo. Y si en seis años no alcanza el
tiempo para que opere bien Fuerza Civil, menos un ayuntamiento lo va a poder
hacer en tres años. El tiempo no le da.
El otro candidato, Felipe Enriquez
propone mil 800 militares y marines en tres cuarteles. Suena más razonable. Sí
necesitamos policías de barrio y de proximidad, pero lo que urge es un plan
militar de choque. Monterrey está prácticamente tomado por la delincuencia. Y si Margarita no se impone
dentro de su comité de campaña menos lo podrá hacer siendo alcalde.
Con el plan de Margarita Arellanes
no se resolverán los secuestros de Garza Sada, ni los asaltos en los
restaurantes en Cumbres, ni los enfrentamientos a balazos en Boulevar Acapulco.
Primero va a matar un pendón de Margarita, cayéndole a un delincuente en la
cabeza, que ser detenido por la nueva policía que ella nos quiere endilgar.
O recapacita Margarita o lo único
que ganará será este debate; porque las elecciones se ganan con votos, no con
encuestas. Y menos con las amañadas y falsas que ella hace.
(EDITORIAL DEL DÍA 23 DE MAYO DE 2012 PARA MVS:NOTICIAS)
(EDITORIAL DEL DÍA 23 DE MAYO DE 2012 PARA MVS:NOTICIAS)
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